El cambio climático es un hecho inequívoco y una de las principales amenazas a las que la sociedad se enfrenta tanto como reto medioambiental como para la salud y el bienestar social. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en su artículo 1 lo define como “el cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables”.
La evidencia científica sobre los efectos en salud muestra que el cambio climático (Confalonieri et al. 2007):
- Ha modificado la distribución de algunos vectores de enfermedades infecciosas.
- Ha modificado la estacionalidad de algunos pólenes alergénicos.
- Ha incrementado el número de muertes relacionado con las olas de calor.
Por otro lado, otros efectos estimados que provocará la exposición al cambio climático son:
- Aumento de la malnutrición y sus efectos asociados como trastornos del crecimiento y desarrollo infantil.
- Aumento de las víctimas de olas de calor, inundaciones, incendios y sequías.
- Mayor alteración de la distribución y alcance de algunos vectores de enfermedades infecciosas.
- Cambios en la estacionalidad y la distribución de la malaria aumentando en algunas regiones y disminuyendo en otras.
- Incremento de las enfermedades diarreicas.
- Aumento de la morbimortalidad cardiorrespiratoria asociada al ozono troposférico.
- Incremento del número de personas expuestas al dengue.
- También provocará la disminución de muertes por frío pero esta disminución estará ampliamente sobrepasada por el efecto negativo del aumento de las temperaturas.
Estos efectos directos son indisociables de los derivados de los cambios sociales, demográficos y sociales que conlleva el cambio climático, así como de los efectos sinérgicos del calentamiento global con otras causas de alteración de los sistemas biofísicos y ecológicos de la Tierra como son el agotamiento de la capa de ozono estratosférico, la reducción acelerada de la biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, la sobreexplotación de los recursos terrestres y marinos, la disminución de las reservas de agua dulce y la extensión de la contaminación con compuestos químicos persistentes entre otros. De este modo el espectro de impactos en la salud se incrementa a la vez que lo hace la complejidad de sus causas.
Es imprescindible tener en cuenta que los impactos nocivos del cambio climático son mayores sobre las poblaciones desfavorecidas. Así el cambio climático promueve el incremento de las desigualdades en salud y sociales. Otro colectivo especialmente vulnerable es la población infantil en la que los efectos sobre la salud de las diferentes dimensiones de la degradación ambiental son más graves y acumulativos, y que requiere una atención especial a la hora de planificar medidas de adaptación, al igual que la población anciana y los enfermos crónicos.
Fuente:
http://www.oscc.gob.es/es/general/saludcambioclimatico/saludcambioclimatico_es.htm>)