Un análisis global del rendimiento de los cultivos de cereales ha demostrado descensos de rendimiento debido al incremento de temperaturas medias. Al incremento de temperaturas también se ha atribuido una de las principales causas de la falta de incremento de rendimiento en el trigo en Francia, a pesar de las mejoras en las técnicas de cultivo.
Durante las olas de calor estival de los años 2003 y 2010, las pérdidas en las cosechas de cereales alcanzaron el 20% en las regiones afectadas de Europa. En 2004/2005, la producción de cereales en la Península Ibérica cayó un 40% (IPCC, 2014).
El asurado del grano se produce durante el último tercio del periodo de maduración, cuando coincide con vientos calurosos y secantes. La circulación de agua en la planta se realiza con dificultad, y si la desecación producida por el viento no puede reponerse, se anticipa la desecación del grano, quedando éste mermado, arrugado y con poco peso.
Para controlar el asurado se debe aumentar las reservas de agua en el suelo y emplear variedades resistentes a la sequía, sobre todo las precoces, que pueden estar ya maduras al comenzar el asurado.
Fuente: Informe de Referencia AgriAdapt e Infoagro
https://agriadapt.eu/wp-content/uploads/2017/04/Informe-de-referencia-Meridional-FINAL_V2.pdf